Y si tocás la puerta ya no es pefecto. Me pongo seria para que el portero no comente. El frío como una piña en mi punto débil, el que acariciarás más tarde, cuando pasen esos intervalos de pudor que sabemos y me gusta, que igual existan. Y cada vez es una isla. Caemos al agua para empezar de nuevo. Nadamos solos y después compartimos, confundimos y mezclamos tanto hasta explotar y saturarnos de colores. Y el final está más cerca, pero no sé si viajamos igual, y parás y me gritás y no llegamos a lo mismo y te odio tanto, hasta herirte cada vez con más odio, para que después, con nada, te quiera en mi cama. Pido perdón y me entierro en la arena. Me decís que estoy loca y no paro de reír, porque aún cuando sé que lo estás odiando, disfruto de saber que con dos palabras cuidadosamente elegidas te tengo preocupado, idolatrando lo que consciente te refriego en los ojos. Es simple, todo eso pasa porque no nos queremos, sino todo sería... no sé si aburrido, pero no tan así que me muero...
Queridos amigos e benfeitores! ou chamada
Hace 7 años