Me pedís que me resigne. Me rehuso.
Me decís que no hay gente mejor y gente peor. Te contradigo. Nos pongo de ejemplo.
Me decís que espero demasiado. Te doy la razón, pero no te doy con el gusto de prometerte que voy a cambiar.
Me decís que soy dependiente. Te digo que sí y te pido que te quedes al lado mío. Me abrazás.
Te vas y después no entendés mi cara que no es capaz de decir nada coherente.
Y vos, a pesar de conocerme como pocos, no sabés una verdad que yo todavía no acepto, o acepto a medias, o no existe.
Me decís que no hay gente mejor y gente peor. Te contradigo. Nos pongo de ejemplo.
Me decís que espero demasiado. Te doy la razón, pero no te doy con el gusto de prometerte que voy a cambiar.
Me decís que soy dependiente. Te digo que sí y te pido que te quedes al lado mío. Me abrazás.
Te vas y después no entendés mi cara que no es capaz de decir nada coherente.
Y vos, a pesar de conocerme como pocos, no sabés una verdad que yo todavía no acepto, o acepto a medias, o no existe.
3 metieron la cuchara:
Pfffff! Sabes? no te ampares en el "me conoce como pocos", a veces, no es tan cierto
Es que sé que sí! No sé cómo explicarte sin ser demasiado explícita! jajaja
uy... con las cosas que me están pasando, no era el momento para leer esto...
Sólo digo, haces bien no resignarte. Haces bien.
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