El cuerpo tiene memoria, el cuerpo soporta las palabras. Una tarde a lo lejos me dijiste que te recordé que tenías cuerpo y no necesité más. Yo necesito el mío, le grito al mundo que no olvide su cuerpo y yo no puedo descubrir detrás de qué palabras quedó el mío escondido. Ya no sé de qué están hechas las horas. Recuerdo los días que te pienso y los que no. Y recuerdo cuando no te recuerdo. La última lluvia me dejó la angustia enmohecida. Tal vez la primavera me reconcilie con el mundo y haga que días como hoy sean sólo el octavo día del mes y no el aniversario de lo inexistente.
Queridos amigos e benfeitores! ou chamada
Hace 7 años
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